Blogs de papel

15 autores para 15 cuentos. 14 relatos que acompañan al mío. 13...no 13 nada. Nos lleva 12 minutos llegar a la estación de San Bernardo desde Sol. Tardo 11 segundos en reconocer a Carlos y Mariano al entrar en su tienda. Cuento hasta 10 antes de presentarme como quien soy, princesadehojalata, autora del relato número 14. Somos 9 los autores identificados en la librería La clandestina (puede que alguno más permaneciera oculto...). Veo 8 libros en los estantes que ya quiero comprarme. Son las 7 en punto y la librería está llena. Pasan más de 6 por 5 minutos hasta que nos organizamos y comienza el acto. 4 personas hablan: Carlos presenta a Elena Casero y Belén in red, que cuentan en representación del resto el cómo hemos llegado hasta allí. Después Mariano toma la palabra y nos emociona hablando de cada cuento y de cada autor. 3 editores en busca de un sueño. 2 días en Madrid. 1 libro: Blogs de papel.

Pero eso sería contarlo por fuera.

Si lo contara por dentro hablaría de una historia que comenzó hace un año, cuando Mariano y Carlos nos hicieron a varios blogueros la propuesta de escribir un relato para publicar un libro de cuentos y de que yo me animé porque me pareció gente valiente que apostaba por una idea algo loca. Hablaría de lo extraño de recibir un libro que contiene algo escrito por ti, de que en realidad no me lo creí hasta ayer, de cómo convencer a tu madre (que todavía no ha podido leer el cuento) de que es posible que no te den el premio Nobel ... Y del orgullo de pertenecer a este proyecto, de la suerte de que mi relato esté ahí, entre otros catorce cuentos de verdad.
Y de lo que pasó ayer allí, de las dedicatorias que intercambiamos, de la entrevista de Radio Uruguay, que fue el momento más surrealista junto con la grabación del evento por parte de el murmullo de las cucarachas. De la simpatía inmediata que sentí hacia Inte, de las ganas que tenía de abrazar a Carlos Clandestino y charlar con él, de lo suave que estaba el pelo de Irre, tan cortito, de la compañía de Silvia que siempre saber estar y dónde estar y de que casi llora y me hace llorar a mí. De la arrolladora Belén, de la sencillez de Elena que es escritora y una mujer estupenda... de la charla con Simpulso, hablando de los clientes de su taxi y de lo importante que es mirar, como cuando estás en la cola del supermercado y ves que el que va delante lleva en su cesta un montón de bolsas de patatas fritas y unas litronas o siete tarrinas de Häagen dazs y te das cuenta de que algo muy gordo y muy malo le tiene que estar pasando. De la alegría que sentí al conocer a Carlos el náufrago, qué talento de hombre y de lo mucho que me gustó su chica. De Ángel, Adr, que vino de Cádiz y me pareció tan escritor y misterioso como su relato, de la timidez de Alfman, tan joven y tan bien en la piel de un anciano en su relato, con su abrigo gris que le protegía. De Mariano, Estilografic, un artista, que estaba entregado, totalmente volcado en el acto haciendo fotos con su cámara. Y del otro Mariano, el zurdo, anfitrión perfecto, que me contó mucho en poco rato y me dio la sensación de conocerlo de siempre. Y de Shara, que estaba pendiente de todo y me pareció un encanto. Nos acordamos también de los que no pudieron venir: Astra (aunque he elaborado un teoría particular debido a tu ingenioso relato que me lleva a pensar que el entrevistador de radio Uruguay eras tú), Hombredebarro con un relato difícil que resuelve con solvencia, Javier Menéndez Llamazares al que comparo con Javier Cercas, escritor que admiro, Lauraconchocolate (seguro que no estabas?), Vitruvia que hasta que Irre me lo aclaró pensé que era ella la novia noruega y Olvidado, con ese relato contundente que antecede al mío y me parece un honor.

Ayer, gracias a todos ellos, dormí en las nubes de Madrid.

(además allí encontré el patio de mi cuento)

Foto: princesadehojalata