Te explicas muy bien y creo que no te equivocas. Por cierto, se nota que mis pies están temblando? (y no es de frío, es que este Tiersen me tiene loquita, menudo artistazo). Continúo paseando por el fabuloso mundo de Amélie Poulain de la mano de Tiersen y hoy intuyo que la vida no es más que lo que hizo Amélie: buscar a Dominique Bretodeau. Buscar, buscar, y ver que pasa mientras tanto... Un abrazo.
Puestos a compartir, prefiero compartir un rooibos.. ¿hace?
Adorable foto. Una vez ha pasado por los fuelles de un acordeón el aire se transforma, se colorea, y se hace visible en sus efectos. Lo noté con Galiano, también con Dino Saluzzi y con Néstor Marconi..
Recuerdo la música suspendida sobre el parquet, pero mis pies acariciaban los de ella.
Hola lentitud. Dudo mucho que hayas podido escuchar Le Moulin sin temblar,venga, confiesa...Un abrazo.
Balcius, ya he leído los comentarios que vas dejando por aquí y por allí y se agradecen. Me apunto al té, siempre al té, que me lleva de vuelta a Inglaterra y al olor a hierba mojada recién cortada. Un abrazo.
Escuchando "Le Moulin" es cuando me asaltan más dudas sobre la música de Thiersen. En algún momento me recuerda vagamente a un Satie más que descafeinado y conforme avanza el tema me da la sensación de estar escuchando uno de esos temas un tanto simplones de Wim Mertens. No sé... Prefiero el Thiersen de "Monochrome", aunque confieso que tampoco llego al temblor. Lo último que he escuchado (y todavia estos días sigo escuchando) y me ha hecho temblar es "Get Along Without You Very Well" y "The Desesperate Ones" cantadas por Nina Simone, una nueva versión de "Don't explain" por Angela McCluskey y volver a zambullirme en la voz de Leo Ferre. Mis temblores deben ser otros. Un abrazo.
Pues sí, hay temblores para todos. He visitado tu blog y creo que compartimos uno: Tom Waits. Yo con la que más tiemblo es con Christmas card from a hooker in Minneapolis. Y tú por dónde tiemblas con Waits? Un abrazo.
Así es, aquí coincidimos, Tom Waits me hace temblar y "Christmas card from a hoooker in Minneapolis" es un buen motivo para ello, pero también otras más... Por las palabras antes de depositarlas en el papel y poner mi temblorosa cabeza debajo de la almohada. "El tango de Roxane"...
Sin orden, aquí y allá, creo que es la mejor manera de leerte, me da paz. Por cierto, creo que tu "hombre atrapado al fondo" le gustaría a Pierre Tal-Coat, estuvo siempre detrás de algo así.. "no puede contemplarse simultáneamente el paisáje y el pájaro, sino el desplazamiento del pájaro, su paso a través del paisaje. Es un problema de esencia de movimiento".
Lentitud, ¿cómo se puede descafeinar a Satie? Si le quitas la esencia a una esencia no te queda ni siquiera su fluído, ni el nombre.
nunca he llegado a ententender lo de las "esencias" en la música o en el arte en general, no sé lo que es. Me da la impresión de que hay algunas "músicas" en la actualidad que, precisamente reivindicando la "esencia", de por ejemplo, la obra de Eric Satie (¿se referirán a las más conocidas "Gymnopédies" y "Gnossienns" o a toda su obra?), hacen una lectura tan "ñoña" que, como bien dices, no queda ni el nombre. Y lo peor de ello es que de aquel o aquellos que comenzaron a realizar esas "lecturas" salen discipulos.
Desde luego es claramente impostura pasada por un tan hábil como engañoso proceso de "descafeinado" en busca de las supuestas "esencias perdidas".
Mejor tomar una madalena mojada en manzanilla con unas gotas de ginebra (¡Ah la esencia del enebro!), escuchando a Satie.
Princesa, disculpa si continúo con la discusión con lalentitud, no es tal vez el mejor sitio para hacerlo, pero es que está interesante: ha mandado de un plumazo a la puñeta media producción de música para películas, todos los minimalismos artísticos y de paso a Proust y sus esencias, sin darse cuenta de lo apropiado de mentar la madalena, encima siendo disuelta en té.
Y lo peor de todo es que no le falta razón. (Señor, líbranos de Richard Claydermann y no nos dejes caer en Kenny Rodgers, amén)
Pero bueno, yo la razón la uso para leer los libretos de los discos, para escucharlos uso alguna otra glándula que no se donde está, pero que nota calorcito a veces en sitios donde debiera haber vacío. No se qué es,aborrezco la ñoñería, pero cada vez necesito más la ternura, y un Samba-Cançao me enternece, y Thiersen también aunque suene a veces a anuncio de telefónica o lo que sea... A veces me voy a poner a Nick Cave y en vez de eso, acaba girando Brahms, o Caetano Veloso, y aprovechando que nadie ve, lloro.
Satie: Algherich. Messiaen: Aimard. Debussy: Benedetti Michelangely. Mendelsohn: Richter. Eneldo: salsa de almejas para alas de rosada. Ravel: Samson François... tengo mis manías, como todo el mundo.
Princesa.. aparte del aroma del cesped cortado, algo que es más que un aroma, que está en toda la cara y en la punta de la lengua y a los lados de la boca, y que siempre intenté reproducir sin éxito mordisqueando hierbas.. me dí cuenta de que inglaterra era un sitio que me gustaba cuando comprobé que en cualquier hostal hotel o posada, en la habitación hay un calentador de agua, una taza, una cucharilla, y una buena selección de infusiones. Estuve a punto de perdonarles lo del aliño de la ensalada.
Espacios grandes para miradas profundas. Distintos modos de mirar, de sentir el arte, de entrar en él con la mirada, con el oído, con todo el ser. Todo ello lo he disfrutado a través de tus fotos, maravillosas, por cierto. Has dicho tanto en tan poco espacio. Saludos
Estamos de acuerdo balcius, yo también me dejo llevar por esa glándula misteriosa que poco o nada tiene que ver con la razón para escuchar música y es ella, la que me dice lo que me gusta y lo que no, lo que me hace temblar (como diría Princesa) y lo que me deja indiferente. Hay ocasiones que me emociona escuchar un cuarteto de cuerda de Gyorgy Ligeti y otras un bolero de Antonio Machín, y lo que son las cosas, en los dos puedo encontrar esa necesidad de ternura que poco o nada tiene que ver con la ñoñería. Valgame el cielo en haber pretendido mandar a hacer puñetas todos los minimalismos artísticos y aún menos a Proust y sus esencias. De los primeros los hay y muy interesantes pero hay otros que confunden el minimalismo con la simplonería y encima pretenden hacernos creer que se trata de algo sublime, del segundo ¿qué decir? Mi admiración hacia su obra me impide cualquier intento de "cargarmelo", ahora eso sí, la alusión de la madalena no ha sido nada fortuita, más bien todo lo contrario... Yo también lloro.
Entonces: ¿té para todos? (Sonrisa gigante). Está visto que aquí todos lloramos (a veces de risa). No sé que es lo próximo que cuelgan en el Guggenheim pero el próximo post será sobre algo que está colgado en Artium (museo de arte contemporáneo de Vitoria). No un cuadro ni una fotografía; una frase. O mejor dicho, una actitud ante la vida... Un beso Gatito, Lentitud y Balcius.
15 comentarios:
Te explicas muy bien y creo que no te equivocas. Por cierto, se nota que mis pies están temblando? (y no es de frío, es que este Tiersen me tiene loquita, menudo artistazo). Continúo paseando por el fabuloso mundo de Amélie Poulain de la mano de Tiersen y hoy intuyo que la vida no es más que lo que hizo Amélie: buscar a Dominique Bretodeau. Buscar, buscar, y ver que pasa mientras tanto...
Un abrazo.
Hola, comparto el interés por Yann Thiersen (sin llegar al temblor).
Un saludo.
Puestos a compartir, prefiero compartir un rooibos.. ¿hace?
Adorable foto. Una vez ha pasado por los fuelles de un acordeón el aire se transforma, se colorea, y se hace visible en sus efectos. Lo noté con Galiano, también con Dino Saluzzi y con Néstor Marconi..
Recuerdo la música suspendida sobre el parquet, pero mis pies acariciaban los de ella.
Hola lentitud. Dudo mucho que hayas podido escuchar Le Moulin sin temblar,venga, confiesa...Un abrazo.
Balcius, ya he leído los comentarios que vas dejando por aquí y por allí y se agradecen. Me apunto al té, siempre al té, que me lleva de vuelta a Inglaterra y al olor a hierba mojada recién cortada. Un abrazo.
Escuchando "Le Moulin" es cuando me asaltan más dudas sobre la música de Thiersen. En algún momento me recuerda vagamente a un Satie más que descafeinado y conforme avanza el tema me da la sensación de estar escuchando uno de esos temas un tanto simplones de Wim Mertens. No sé...
Prefiero el Thiersen de "Monochrome", aunque confieso que tampoco llego al temblor. Lo último que he escuchado (y todavia estos días sigo escuchando) y me ha hecho temblar es "Get Along Without You Very Well" y "The Desesperate Ones" cantadas por Nina Simone, una nueva versión de "Don't explain" por Angela McCluskey y volver a zambullirme en la voz de Leo Ferre.
Mis temblores deben ser otros.
Un abrazo.
Pues sí, hay temblores para todos. He visitado tu blog y creo que compartimos uno: Tom Waits. Yo con la que más tiemblo es con Christmas card from a hooker in Minneapolis. Y tú por dónde tiemblas con Waits?
Un abrazo.
Así es, aquí coincidimos, Tom Waits me hace temblar y "Christmas card from a hoooker in Minneapolis" es un buen motivo para ello, pero también otras más...
Por las palabras antes de depositarlas en el papel y poner mi temblorosa cabeza debajo de la almohada.
"El tango de Roxane"...
Sin orden, aquí y allá, creo que es la mejor manera de leerte, me da paz. Por cierto, creo que tu "hombre atrapado al fondo" le gustaría a Pierre Tal-Coat, estuvo siempre detrás de algo así.. "no puede contemplarse simultáneamente el paisáje y el pájaro, sino el desplazamiento del pájaro, su paso a través del paisaje. Es un problema de esencia de movimiento".
Lentitud, ¿cómo se puede descafeinar a Satie? Si le quitas la esencia a una esencia no te queda ni siquiera su fluído, ni el nombre.
¿Tal vez la impostura?
balcius,
nunca he llegado a ententender lo de las "esencias" en la música o en el arte en general, no sé lo que es.
Me da la impresión de que hay algunas "músicas" en la actualidad que, precisamente reivindicando la "esencia", de por ejemplo, la obra de Eric Satie (¿se referirán a las más conocidas "Gymnopédies" y "Gnossienns" o a toda su obra?), hacen una lectura tan "ñoña" que, como bien dices, no queda ni el nombre. Y lo peor de ello es que de aquel o aquellos que comenzaron a realizar esas "lecturas" salen discipulos.
Desde luego es claramente impostura pasada por un tan hábil como engañoso proceso de "descafeinado" en busca de las supuestas "esencias perdidas".
Mejor tomar una madalena mojada en manzanilla con unas gotas de ginebra (¡Ah la esencia del enebro!), escuchando a Satie.
Un abrazo.
Princesa, disculpa si continúo con la discusión con lalentitud, no es tal vez el mejor sitio para hacerlo, pero es que está interesante: ha mandado de un plumazo a la puñeta media producción de música para películas, todos los minimalismos artísticos y de paso a Proust y sus esencias, sin darse cuenta de lo apropiado de mentar la madalena, encima siendo disuelta en té.
Y lo peor de todo es que no le falta razón. (Señor, líbranos de Richard Claydermann y no nos dejes caer en Kenny Rodgers, amén)
Pero bueno, yo la razón la uso para leer los libretos de los discos, para escucharlos uso alguna otra glándula que no se donde está, pero que nota calorcito a veces en sitios donde debiera haber vacío. No se qué es,aborrezco la ñoñería, pero cada vez necesito más la ternura, y un Samba-Cançao me enternece, y Thiersen también aunque suene a veces a anuncio de telefónica o lo que sea... A veces me voy a poner a Nick Cave y en vez de eso, acaba girando Brahms, o Caetano Veloso, y aprovechando que nadie ve, lloro.
Satie: Algherich. Messiaen: Aimard. Debussy: Benedetti Michelangely. Mendelsohn: Richter. Eneldo: salsa de almejas para alas de rosada. Ravel: Samson François... tengo mis manías, como todo el mundo.
Princesa.. aparte del aroma del cesped cortado, algo que es más que un aroma, que está en toda la cara y en la punta de la lengua y a los lados de la boca, y que siempre intenté reproducir sin éxito mordisqueando hierbas.. me dí cuenta de que inglaterra era un sitio que me gustaba cuando comprobé que en cualquier hostal hotel o posada, en la habitación hay un calentador de agua, una taza, una cucharilla, y una buena selección de infusiones. Estuve a punto de perdonarles lo del aliño de la ensalada.
Espacios grandes para miradas profundas. Distintos modos de mirar, de sentir el arte, de entrar en él con la mirada, con el oído, con todo el ser. Todo ello lo he disfrutado a través de tus fotos, maravillosas, por cierto. Has dicho tanto en tan poco espacio. Saludos
Estamos de acuerdo balcius, yo también me dejo llevar por esa glándula misteriosa que poco o nada tiene que ver con la razón para escuchar música y es ella, la que me dice lo que me gusta y lo que no, lo que me hace temblar (como diría Princesa) y lo que me deja indiferente. Hay ocasiones que me emociona escuchar un cuarteto de cuerda de Gyorgy Ligeti y otras un bolero de Antonio Machín, y lo que son las cosas, en los dos puedo encontrar esa necesidad de ternura que poco o nada tiene que ver con la ñoñería.
Valgame el cielo en haber pretendido mandar a hacer puñetas todos los minimalismos artísticos y aún menos a Proust y sus esencias. De los primeros los hay y muy interesantes pero hay otros que confunden el minimalismo con la simplonería y encima pretenden hacernos creer que se trata de algo sublime, del segundo ¿qué decir? Mi admiración hacia su obra me impide cualquier intento de "cargarmelo", ahora eso sí, la alusión de la madalena no ha sido nada fortuita, más bien todo lo contrario...
Yo también lloro.
Solo me queda sonreirle a la pantalla.
Qué es lo próximo interesante que cuelgan en el Guggenheim? (Hermoso edificio)
Entonces: ¿té para todos? (Sonrisa gigante).
Está visto que aquí todos lloramos (a veces de risa).
No sé que es lo próximo que cuelgan en el Guggenheim pero el próximo post será sobre algo que está colgado en Artium (museo de arte contemporáneo de Vitoria). No un cuadro ni una fotografía; una frase. O mejor dicho, una actitud ante la vida...
Un beso Gatito, Lentitud y Balcius.
Como fetichista de los pies femeninos, tengo que decir que me gusta la última foto. Precioso foto. Casi puedo oír a Yann Tiersen.
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