Existe el súbito silencio de la multitud
que se cierne sobre el jugador inmóvil en la cancha.
y el silencio de la orquidea.
El silencio del jarrón que cae
antes de que impacte contra el suelo,
el silencio del cinturón cuando no está castigando al niño.
Lo estático de la taza y del agua que contiene,
el silencio de la luna
y la quietud del día lejos del estruendo del sol.
El silencio de cuando te abrazo en mi pecho,
el silencio de la ventana que está sobre nosotros,
y el silencio de cuando amaneces y te das la vuelta.
Y existe el silencio de esta mañana
que he roto con mi bolígrafo,
un silencio que se había acumulado toda la noche
como la nieve al caer en la oscuridad de la casa -
el silencio de antes de que escribiera una palabra
y el silencio más pobre de ahora.
BILLY COLLINS
John Cage lo consiguió. Hizo sonar el silencio. Y logró -además- que cada vez se escuche distinto. Feliz verano lleno de ruidos en silencio. Por aquí la fiesta estalla en dos días.
10 comentarios:
Precioso poema,pleno de silencios,aunque me temo que de no existir el ruido,apenas sabríamos ni recononocerlos.
Felices fiestas,pamplonicas!
Leído lento y sin pestañear.
Emocionado desde el existe, hasta el ahora.
Gracias.
Precioso poema. Me voy a la cama con el silencio de la luna rebotando con su eco en mi cabeza. No sé si podré dormir.
La fiesta (muy ruidosa) estalló y pasó al cabo de unos pocos días. Y seguro que el "4:33" de Cage sonó diferente una vez más. Como los abrazos, que siempre son diferentes. En todo este tiempo he aprendido que el silencio se puede escuchar. Puede que ya lo supiese, pero había olvidado tantas cosas.
Playas de arena blanca y sol le deseo para este verano, Princesa Hojalatada.
Hola Princesa: He visitado su casa y me ha encantado, no suelo entrar a menudo. Coincido con usted en el apartado de escritores que indica su perfil.
Permítame, aunque estoy casi seguro que los conoce, aconsejarle dos autores: Irène Némirovsky (el último que he leído lleva por titulo Suite Francesa).
También le aconsejo a Ángel Vázquez (La vida perra de Juanita Narboni, preferiblemente en Cátedra, Edición Virginia Trueba y, Se enciende y se apaga una luz, premio planeta, algo de lo que se enteró Ángel Vázquez casi a su muerte en Madrid, después de haber abandonado Tánger y la amistad de la pareja Bowles).
Saludos
Gracias aviador, el segundo autor no lo conozco, me apunto la recomendación. Un placer que me visites.
Alex, sol y playa, a ver si toca ver el rayo verde, sólo por placer, aunque no haga falta...
Fructus, espero que estés durmiendo bien, a pesar de la literatura o más bien, gracias a ella. Dormí con el libro de Kirmen Uribe la noche en que lo terminé, no te digo más.
Gracias a ti Ale, voy de visita a tu blog.
Troyana, las fiestas y las aglomeraciones posteriores (Madrid el día de la llegada de la roja, Jazzaldia) terminaron, ahora toca silencio, y aunque parezca imposible a una horas tenemos playas silenciosas en verano, una delicia que debemos agradecer a los franceses.
Besos a todos!
Hola querida hija virtual.
Precioso poema. Ese silencio producido por una orquesta me ha resultado extraño, es normal puesto que para un músico los silencios están medidos.Pero después suena la música.
Es innegable que el silencio es poesía.
¡Me encanta tu blog y tu “Asómate”!
Suelo asomarme a ambos desde Granada. Tanta sensibilidad en tu mundo de hojalata, es digna de elogio… quería decírtelo.
Sin nada que ver con el silencio que surgirá cuando por fin te abrace...
... recuerdos de parte de tus parientes metálicos bolivianos.
http://vagamontanyas.blogspot.com/2010/08/floklorizamontanas.html
Mmmmmmmuuuuuak!!!
eider
Elena, querida mamá virtual, me alegro de que te gustara el poema. Un beso enorme.
Gracias anónim@ granadin@! Es un placer que te asomes a mi mundo. Perdona por el retraso en contestar, se me pasó en su día.
Eider! ya lo comenté en Vagamontañas, me sorprendió saber hasta dónde llegaron mis antepasados!! Un beso muy fuerte.
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