13 marzo, 2009

Va de cine

"Hice un cursillo de lectura rápida y leí Guerra y paz en veinte minutos. Va de Rusia." Woody Allen

Pues así como Guerra y paz va de Rusia, este post va de cine. Todavía no sé por qué hablo aquí tan poco de cine, siendo como es una de mis pasiones. Me siento muy identificada con aquel amigo de O. que decía: "La mitad de lo que soy es cine. La otra mitad palabras".
Aunque tenga cuatro o cinco mitades más.
El caso es que el otro día (abstenerse seguir leyendo los fundamentalistas del celuloide) después de oir hablar sobre el libro de cine Otro final, en el que varios escritores han cambiado los finales de grandes películas, le propuse a Selma el reto de hacer lo mismo: elegir una peli, escribir un final alternativo y publicarlo al mismo tiempo en nuestros blogs. No tengo duda de que su final va a ser el bueno, pero un reto es un reto y tengo que cumplir mi parte. O no exactamente.

Primero pensamos en nuestra película: Con faldas y a lo loco. La peli que más nos gusta, que más veces hemos visto, con esa escena que una noche de juerga repetimos tantas veces, como metidas en un bucle, llorando de risa. Una película con un final perfecto:




Pero enseguida a Selma se le ocurrió el final alternativo que deja por el suelo cualquier otro final imaginable: un mènage à trois entre Daphne, Osggod y la madre de Osgood.
Esa es Selma.
Le dimos muchas vueltas para finalmente volver al principio y decidirnos por el que posiblemente sea el final más famoso de la historia del cine, el de Casablanca, ese final que todos nos sabemos:





Por qué esa película? porque es imposible.
Pero hoy me ha llamado para decirme que lo tiene! Y yo (con la venia, Selma)...no tengo nada. Bueno, algo sí. Os tengo a vosotros y a un vendedor de gabardinas llamado Rick Blaine, viviendo en Paris cinco años después de esa despedida de aeropuerto...

os animais a seguir?


12 comentarios:

Selma dijo...

Aunque hayas hecho trampa, con ese esbozo de final que promete mucho (con Rick vendiendo gabardinas), te perdono, porque me lo he pasado pipa recordándote decir tantas veces "Ella soy yo" (mirando por encima del hombro y agitando las maracas). Bye, Daphne!

Capri c'est fini dijo...

Uy, uy, uy jugais con fuego, perversas diablesas... Los grandes finales del cine no deben ser cambiado so pena de excomunión. Precisamente esas dos películas que habeis citados se caracterizan por unos finales buenísimos, nada vistos y tremendamente originales. Yo que en casi nada soy puristas, daría medio corazón por haber escrito el final de Casablanca tal y como está... Este es el comienzo de una gran amistad.

Muchos besos, seguíré pendiente a vuestras maldades.

Belén dijo...

Yo lo hice, el final de la vida del protagonista de Desayuno con diamantes! solo me falta tener el libro y ser feliz...

Besicos

coco dijo...

Yo hice el final de la vida de brian. De hecho, cada día lo hago. Me encanta cantar crucificado.

IN PERDIBLES dijo...

Lo mejor de estos finales grandiosos es cómo los sientes a diferentes edades... Con 18 años me pareció deprimente. Hoy, me encanta.
Más que cambiar el final, a mí me gusta inventar qué pasa después... me imagino a la Bergman recordando París en sus momentos bajos con Victor. Y a Rick viviendo nuevas aventuras, con su nuevo amigo...
cuál sería tu epílogo?

princesadehojalata dijo...

in-perdibles, el epílogo es lo que hemos añadido en realidad, más que el final. Te recomiendo que visites el blog de Selma, su epílogo es buenísimo!

Por mi parte, esperaré unos días a ver si alguien se anima a recoger el hilo que he lanzado, con Rick de vendedor de gabardinas en París, todavía no sabemos si está solo ni en qué esquina las vende...

Veo que por aquí excepto Capri, al que como suponía le parecemos unas sacrílegas, todos hemos hecho nuestros pinitos cambiando la historia del cine...Besos a todos!

Carlos Añejo dijo...

Yo, si me permites la licencia, más que cambiar el final le voy a cambiar el principio a La amenaza fantasma, de la saga Star Wars.

Minuto 1. Exterior. Dia: Aparece Jar Jar Binks dando saltos por el bosque y una pedrada laser le revienta la cabeza.

A partir de ahí cualquier final ya será bueno.

Perdón por el frikismo.

Irreverens dijo...

En menudos berenjenales se meten algunas, ¡jajaja!
XD

Me temo que yo paso de recoger el relevo esta vez. Ando seca de ideas últimamente.
:)

Un beso, Princess.

Angéline dijo...

Bueno, Princesiña, yo me animaría con este final y lo que hiciera falta pero tendría que volver a verla para sacarle más partido. Recuerdo la famosa escena y otro par de ellas pero hace media vida que la vi. Aún así, para que no te quedes sola con Rick en la esquina, vigilándole la mercancía mientras va al estanco a por tabaco, se me ocurre que quizás la despedida es una pose y ambos han pactado un final tan de cine porque son además de vendedores (ella de pianos, en la actualidad) muy buenos actores. Y sienten un amor sublime que no resistiría el peso de lo cotidiano, por lo que a veces mienten en sus vidas diciendo que están en tal sitio cuando realmente están en tal otro, han quedado en una ciudad, París por ejemplo. Cada mes una cita de un fin de semana en un lugar distinto. A la vuelta, ella lleva a veces una gabardina nueva. Sam también alucina viendo el cambio de pianos, al menos dos por año en el Café. Al principio se trata de una cita romántica, exclusivamente, pero con ese afán de sorprender al otro y hacer todavía más inolvidable el tiempo compartido, empiezan a complicarlo..

Y ahí te lo dejo.

Un beso

princesadehojalata dijo...

...y entonces deciden medir la longitud de su historia y comprueban que sólo les quedan dos centímetros juntos, que traducido a tiempo son 48 horas. Primero deciden reservarlas para dentro de mucho tiempo, para cuando no aguanten más sin verse. Pero entonces se miran. Se miran. Y deciden que las 48 horas siguientes son las que quieren pasar juntos y así lo hacen. En el momento de llegar al último minuto de la hora 47 se oye un ruido muy intenso, de miles de años de intensidad. Al mismo tiempo el plantea tierra se estira y se encoge en varias direcciones, se convierte en una pelota y finalmente desaparece.

Selma dijo...

...la pelota desaparece pero sabemos que "aún no ha tocado el suelo".
Y así cerramos el círculo! Un final precioso, princesa y hadiña.
Si los guionistas de Hollywood se ponen de huelga otra vez, seguro que os dan trabajo!

Alex dijo...

No sé por qué, me imagino a Rick como guía de safari. La última frontera emocional te empuja a lo extremo.