15 febrero, 2007

Pitufa y él



Hace algún tiempo, cuando los días eran tristes, encontré en Barcelona un rincón para ir a llorar. Pues bien, hoy en Donosti he encontrado algo mejor. Más inútil, más necesario: un lugar para ir a enamorarse. Lo que más me gusta de este sitio (aparte de sus vistas al Cantábrico) es que ellos, los que se enamoraron, no escribieron sus nombres. Sin apropiarse del lugar lo hicieron suyo.
Era un día especialmente cálido para ser febrero y para ser Donosti. Había varias personas en la playa escuchando el mar. No parecían recordar que tenían las alubias en el fuego, les daba lo mismo la cita con el dentista a las doce. Nadie se movía. Tampoco hablaban.
Las cosas importantes suceden en silencio. Como tus caricias.

10 comentarios:

Lokita dijo...

Sabes...en ese rincón de Barcelona que descubristes para ir a llorar...casualmente, yo me enamoré, cosas que pasan...
Bonito post.
Besos niña

Ruth dijo...

Mucho mejor encontrar un lugar para enamorarse que para llorar, dónde va a parar. Yo estoy buscando un lugar para reír, otro para bailar y otro para estar plácidamente sentada a solas con mis pensamientos. Si alguien encuentra alguno, me avise, plis.

princesadehojalata dijo...

Que casualidad tan interesante...Pasa mucho, donde unos pierden otros encuentran. Besos lokita.

princesadehojalata dijo...

Pues si Ruth, dónde va a parar. Pero hay momentos de todo tipo y color. Y para los grises no viene mal tener un lugar donde poder refugiarse.
Es curioso cómo se encuentran estos lugares. Cuando una utiliza muletas sólo ve gente con muletas por la calle; cuando está triste, rincones para llorar. Y así sucesivamente.
Un beso.
(lokita, ruth, no puedo entrar en vuestros blogs. Me dais permiso? ;) )

Ruth dijo...

Joe, blogger está un poco tonto últimamente. Aquí te va mi dirección,estás invitadísima:
http://ruthibanez.blogspot.com
Un abrazo.

El detective amaestrado dijo...

Lo importante es cuando hacemos esos lugares nuestros...

Olvido dijo...

Princesa, siempre me gustan mucho tus finales.
Besos

Angéline dijo...

Es bonita esa frase, que las cosas importantes suceden en silencio, pero no puedo estar de acuerdo. Me gusta mucho el ritmo con que lo dices, el significado implícito, pero si echo un vistazo a mi propia vida me sucede lo contrario. Mis momentos más impactantes van acompañados de voces que gritan, sonidos de exterior fuertes, música alta, risas, llantos. Hay en el silencio todo un mundo atenuado, el futuro, dosificándose, supongo que es mi asignatura pendiente, que las cosas fluyan suavemente en lugar de explotarme cada poco frente a los ojos. Un beso, Princesa.

princesadehojalata dijo...

Si detective, recuerdo un parque, un paseo, aquellas butacas del cine, otra playa, su sonrisa, otro tiempo... hay muchos lugares que ya son nuestros. Y los que vendrán.

Un beso Olvido, te leo con inquietud y emoción.

Tú sabes de que hablo Angéline. A veces la vida se llena de ruidos que no suenan. Y otras veces los silencios tienen ojos, labios, manos. Suenan a alguien. Descansas.

Más sobre silencios en unos momentos en vuestras pantallas. Siguiente post.

Anónimo dijo...

Parece como si se le hubiera pegado el bonito a la tecla de sus dedos. Como si se le distrajera la mañana en noche sin aviso.

Es sumamente placentero palpar el latido de su sueño en esta inmensa telaraña nuestra.

Gracias milady, por aliarse a rumorear con el agua