02 febrero, 2007

Malas noticias

Las cosas podrían ir bien pero se trataba de algo grave. Operación, quimioterapia y una dosis extra de suerte. La decisión había que tomarla cuanto antes. Mientras el médico seguía hablando yo la escuchaba vestirse en la sala de al lado.
Mi madre siempre iba a la peluquería cuando tenía que ir al médico. Se ponía su mejor perfume y se vestía de forma impecable. Como un escudo frente a las malas noticias. “Si todo va bien por fuera todo irá bien por dentro” parecía decirse. Entró de nuevo en la consulta del médico. La encontré despeinada. Me miró y me dijo: “Anda hija, ayúdame con la chaqueta que yo sola no puedo”.
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Nota al margen: La realidad no me necesita. Y yo sólo necesito sus besos. Y su voz. Y hacer manos de seis dedos. Y...

10 comentarios:

Angéline dijo...

No sé qué aportar a este post ni cómo interpretarlo así que lo dejaré todo, el sobresalto, la duda de si.. los ojos del lector enviando al interior de su mente un mensaje, el ofrecimiento del amigo, ese querer hacer algo si es posible, la presencia al otro lado de la pantalla, la fe, la esperanza, un hechizo para convertir los cinco dedos en los que haga falta, el tiempo detenido en esos besos, el arsenal de todo lo que pueda hacer falta tras los puntos suspensivos de esa Y..

Y además me quedo preocupada. Un beso

El detective amaestrado dijo...

Me cuesta añadir algo. Soy egoísta y recuerdo dolores privados

Lentitud dijo...

Tampoco sé bien cómo interpretarlo. Sea lo que sea, lo único que se me ocurre escribir es: un abrazo.

princesadehojalata dijo...

Ay, lo siento., Perdón: LO SIENTO. No pretendía preocuparos. El mensaje era algo que escribí hace un tiempo, mezcla de realidad y ficción. Al final todo fue bien. Mi mamá me mima y está sana como una manzana. La nota al margen no tiene que ver con el resto del mensaje. No ando muy fina con el blog ultimamente...qué torpe.
Besos y gracias por los cariños.

francisco aranguren dijo...

Se trata de un microrelato precioso. Enhorabuena. Sigue escribiendo. Un beso.

Ruth dijo...

Muy bonito, escalofriante y realista. Nos has "engañado" a todos.
Un gusto encontrarte.

Anónimo dijo...

Lo de la peluquería debe de ser un viejo conjuro.
:)

princesadehojalata dijo...

Un beso Francisco, gracias. Ruth, no consigo entrar el tu blog y me gustaría. Adúlter :)

Portarosa dijo...

Qué susto, menos mal que he entrado después de que lo aclarases.

Un beso.

Alex dijo...

La entereza de un enfermo de cáncer pone del revés. Él no era especialmente valiente hasta que enfermó. Y luego tuvo miedo con frecuencia, pero ella siempre estaba a su lado.

Lo que más me descoloca era que muchas veces casi no podía caminar al salir de una sesión de quimio. No dejaba que nadie le ayudase. Quería hacer el camino solo, cosa que hacía con grandes dificultades. Sin embargo, al llegar a su calle, se erguía y levantaba la cabeza. Decía que nadie debía verle vencido.

No debes añadir una coma más a un texto que dice más de lo que muestra.